Nuestro compañero sordociego, Luis Bethencourt, artesano ceramista del municipio santacrucero de Güimar, realizó el 19 al 26 de Junio una exposición, en el centro FUNCASOR (Fundación Canaria del Sordo).
Luis nació en la localidad de Güímar hace 58 años, Sordociego que a los 37 años perdió por completo la vista, debido al Síndrome de Usher.
Pese a sus circunstancias, mirar a Luis es observar en cada momento una sonrisa en su rostro. Transmite alegría por donde pasa pero, por desgracia, esta situación no siempre ha sido así.
En la actualidad está centrado en su vida artística y por eso la fundación de sordos FUNCASOR de Tegueste acoge su obra con casi 100 figuras de alfarería.
Luis ahora está contento y feliz pero su recorrido es “muy duro” aunque quienes le conocen aseguran que tiene muy buen carácter. Su fortaleza y afán de superación fueron los motivos por los que desde la fundación decidieron exponer las piezas de este artista.
Hace 11 años cambió por completo la vida de Luis. Descubrió la alfarería en el centro ocupacional Andrés Llanera y sus familiares aseguran, que desde que moldea y crea tiene “más ganas de vivir que cualquier otra persona”. Y lo cierto es que Luis transmite esa vitalidad.
Los recuerdos que conserva de la infancia y juventud son básicos para él porque de esta manera se aventura en el mundo del modelaje en barro. El mar desde siempre le ha encantado, de adolescente buceaba e incluso mariscaba. Por suerte esta conexión con la costa no se ha roto, porque cada vez que puede su familia van a la playa y él nada entre olas. El artista es consciente de las dificultades que tiene pero él lo tiene muy claro. “Haber nacido así no es un problema para realizar lo que de verdad me gusta”.
APRENDIZAJE
Luis tuvo que aprender el arte de la alfarería siendo ciego, pero solo tuvieron que enseñarle a utilizar los materiales necesarios y el horno, porque imaginación y creatividad le sobran. Eso sí, es muy metódico y él mismo afirma que le da “mucha rabia” si se rompen las figuras. Comenzó con las esculturas más comunes y fáciles hasta conseguir obras mucho más difíciles. En un principio moldeó jarrones y vasijas pero en poco tiempo los animales marinos no cesaron de salir del horno. Luis ahora se encuentra en una faceta más “humana” porque las piezas que realiza son personas imitando al beso y pensador de Rodin.
