ALUMNOS DE INTERPRETACIÓN DE LENGUA DE SIGNOS ORGANIZAN “EL TALLER DE LOS OLORES» PARA ASOCIDE COMUNIDAD DE MADRID

Los miembros de Madrid de la Asociación de Sordociegos de España (ASOCIDE) disfrutaron el pasado 19  y  20  de abril de un taller de Aromaterapia organizado por una  alumna de 2º de CGFS Interpretación en Lengua de Signos del Centro Educativo Ponce de León.

Nuria Velasco, alumna del Ponce de León, llevó a cabo su idea de acercar a las personas sordociegas la oportunidad de aprender más sobre el sentido del olfato el pasado viernes en la sede de ASOCIDE Madrid. Gracias al apoyo voluntario de sus compañeras de curso y  guías-intérpretes oficiales se llevó a cabo este taller, que se redondeó  con la visita el sábado al Museo de los Aromas en la localidad burgalesa de Santa Cruz de la Salceda.

Así, nos cuenta Nuria una experiencia tan gratificante.

        

Un, dos, tres….., respiro hondo y comienza el taller de aromas que he estado preparando con tanto cariño para ellos.  Un, dos, tres y las manos de mis compañeras empiezan a tejer las palabras que pronuncio como acariciándolas para que puedan recibirlas, ahora inteligibles, ellos.

Las cabezas comienzan a asentir para indicarnos que el mensaje se entiende, y se entienda porque a sus cabezas siguen sus sonrisas, primero, y sus preguntas después. Una vez más surge el  milagro un grupo de personas comunicándose y mis compañeras y yo formamos parte de este momento, de esta experiencia maravillosa. Formamos un todo en donde lo importante es cada uno.

Aprendemos, compartimos, reímos, olemos y un, dos, tres, “os doy las gracias por haber venido, por atender y por enseñarnos tantas cosas”. Las manos se alzan al aire en un aplauso silencioso moviendo los últimos aromas que perezosamente se disipan y dejan paso a una sensación de satisfacción plena por nuestra parte, curiosidad satisfecha por la suya y cariño, mucho cariño.

Al día siguiente vamos al Museo de los Aromas de Santa Cruz de la Salceda y otra vez, una vez más, compartimos unas manos, unos momentos  y  unos recuerdos que quedarán dentro de nosotras, no se muy bien donde, pero seguro que junto con algún aroma que nos provoque, en el momento más insospechado, revivir este fin de semana.

          

Miro hacia atrás y puedo sentir cada uno de los días del ciclo, los esfuerzos, las conferencias, los nervios, las prisas, los madrugones, nuestros profes y sobre todo, como decía una de mis compañeras, “ese buen rollo” que surgió entre nosotras y que podemos trasmitir para que resulte más sencillo lo importante: comunicarnos con aquellas personas que, a veces, parecen inalcanzables y que se han convertido en el sentido de nuestro “por venir”.

Por todo esto que llegamos a sentir merece la pena seguir luchando, aunque el camino no es ni va a ser nada fácil, pero sin duda, merece la pena andarlo.

Nuria Velasco

Lidia Díaz-Cardiel

 
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